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Morrales, sombreros, chalecos y trajes típicos han sido utilizados por los candidatos en campaña para buscar un acercamiento con el electorado, por medio de la creación de un imaginario de pertenencia, explicaron catedráticos de semiología de diferentes universidades del país.


POR JESSICA GRAMAJO


El uso de ropa y artículos especiales por los políticos durante los mítines ha sido una constante “nueva” en esta campaña electoral, la que se usa para generar un acercamiento con el electorado, expuso el experto en Comunicación y Marketing Político, de la Universidad Galileo, Jorge Alvarado.


“Esta campaña ha sido muy elaborada, no solo con la creación de íconos, sino con sus herramientas, que tienen mensajes directos e inconscientes para el electorado”, expresó Alvarado.


Para el director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos (Usac), Gustavo Bracamonte, tanto el morral que utiliza Sandra Torres como el sombrero de Harold Caballeros y el traje típico de Patricia de Arzú buscan crear un acercamiento de pertenencia a las condiciones pobres e indígenas de las poblaciones que visitan, principalmente en la provincia.


“El morralito es un conectivo con los sectores populares e indígenas pobres, igual que los trajes típicos. Los sombreros reflejan un acercamiento con el agro, con lo que buscan opacar la idea de ser candidatos capitalinos”, analiza Bracamonte.


El uso de estos instrumentos es intencional, para generar la idea de compañerismo y que el candidato es una persona que entiende las necesidades de las personas a las que busca llevar su mensaje, indicó la catedrática de Semiología de la Universidad Mesoamericana, Blanca Nelly de Schoenbeck.


No solo se han usado accesorios en la vestimenta para llevar un mensaje subliminal al electorado. Según Alvarado, también se ha usado un discurso persuasivo, con la gesticulación y los ademanes de los candidatos durante sus mítines.


“Si quieren que el mensaje sea más claro, hacen movimientos fuertes con las manos o gesticulan de forma diferente. Eso no era común en campañas anteriores”, señaló Alvarado.


Psicología del color


Los colores también son un instrumento para atraer al votante, coincidieron los expertos. Así, la blusa blanca de Torres, candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), la camisa blanca de Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP) y de Caballeros, de Visión con Valores, para simbolizar pureza, paz, transparencia e, incluso, espiritualidad.


El uso del color pretende dejar mensajes explícitos en la mente de las personas. El color naranja simboliza juventud; el azul utilizado por el Frente Republicano Guatemalteco y por Viva refleja seriedad e inteligencia; el verde, de la UNE, se interpreta como esperanza; el rojo, de Libertad Democrática Renovada, tiene muchas interpretaciones, entre estas pasión y libertad, y se enmarca dentro del poder, según Ramiro MacDonald, catedrático de Semiótica de la Universidad Rafael Landívar (URL).


“Durante toda su administración, el presidente estadounidense George Bush usó siempre corbatas rojas, con el fin de reflejar su poder”, precisó MacDonald.


Los sonidos también son poderosos, y la distorsión de estos durante los mítines se usan para resaltar una frase o un ofrecimiento que los políticos quieren grabar en la mente de sus seguidores, indicó el experto de la URL.


Fuente Prensa Libre

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