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Los problemas de los indocumentados parecen no tener fin; al problema de tener que estar huyendo constantemente de las autoridades migratorias, la dificultad para conseguir empleo; y a la falta de acceso a los servicios de salud, se le suma el problema para conseguir casa. Recientemente en Estados Unidos hay también una tendencia a negar los alquileres de habitaciones o casas de habitaciones o casas para nuestros hermanos migrantes; incluso algunos piden los papeles en regla para poder alquilar.

En Texas
De esta forma, en el Estado de Texas, han concebido la idea que no alquilar, ni mucho menos vender casas o habitaciones a latinos, si es que ellos no demuestran fehacientemente que su situación es legal conforme a la ley.

La empresa Farmers Branch, dedicada al alquiler de inmuebles, había creado su política de no alquilar a inmigrantes indocumentados. Según ellos, este podría ser una buena vía para desalentar aún más el flujo de personas hacia Estados Unidos en forma ilegal.
Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida por las autoridades de justicia, ya que un juez federal de Texas declaró inconstitucional la misma.
Marisol Pérez, una de las abogadas latinas que accionó en la corte contra esta medida, dijo: "Estamos muy orgullosos por esto y muy contentos por el éxito que hemos obtenido para nuestros clientes".
Pese a ello, en Texas se continúa presionando para que ya no se alquile casas ni habitaciones a los migrantes indocumentados. El concejal Tim O'Hare de Dallas, impulsó una nueva medida hace algunos meses, pero ésta no tuvo eco. El problema es que O'Hare se lanzó como candidato a alcalde y ganó con el 70% de los votos.
Este respaldo hace suponer que en el futuro la gente de esa ciudad podría estar interesada en la propuesta antimigrante. Se contempala que antes de alquilar una casa, todas las personas deben demostrar que están inscritas en la Municipalidad y comprobar, además que se encuentran legalmente en el país.
"Con esto nos quieren dejar en la calle", comentó Juan*, un inmigrante guatemalteco que vive en Texas sin documentos.
"Cada vez es más difícil conseguir dónde vivir en esta ciudad (Dallas). Lo que hemos hecho es que a través de uno de los nuestros que tenga papeles, alquila un apartamento, y ahí nos metemos tres, cuatro y hasta cinco, pero pronto se quejan los inquilinos", refirió Juan.
Con vistas en eso, las autoridades de la ciudad han decidido no apelar la decisión del juez, ya que espera poder aprobar la medida a través de un acuerdo municipal.
No sólo en Texas se prevé esta medida contra los migrantes. En cientos de ciudades se han estado aprobando medidas para intentar que se corte la llegada de inmigrantes.
Estas medidas antimigrantes se suman al fracaso de la reforma migratoria que pretendía allanar el camino para la legalización de 12 millones de indocumentados en Estados Unidos.

Habitaciones de mala calidad. Comúnmente, los latinos indocumentados deben vivir en lugar que no son dignos para vivir. Casi todos tienen miedo de contratar un servicio por sí mismos, porque piensan que al hacerlo podrían ser aprehendidos por las autoridades migratorias.
En el caso de Nueva York, donde hay gran cantidad de inmigrantes, y los problemas habitacionales son para todos, los latinos están destinados a los peores lugares.
En un apartamento que usualmente se alquila para una persona, es habitada por al menos tres latinos.
Ése era el caso del tristemente recordado incendio en Brooklyn, Nueva York, en donde murieron cuatro guatemaltecos. Este edificio no contaba con las condiciones mínimas para habitar. Los familiares de las víctimas refirieron en su oportunidad, que los migrantes vivían en pésimas condiciones.
"Aquí en el pueblo creen que los migrantes en Estados Unidos vivien bien calidad, pero no es así. Mi pariente vivía en un edificio que no tenía agua ni calefacción; no tenía muebles, y compartía el apartamento con otros tres; todos dormían en el suelo, encima de unos cartones", describió uno de los familiares.
A viva voz comentó Fernando*, un guatemalteco indocumentado que vive en Nueva York, que al nomás llegar, a los latinos les dicen dónde podrían quedarse.
"De primero, los recién llegados se van con alguien de los que ya viven ahí. Pero después tienen que buscar dónde, porque todos vivimos apretados", dijo Fernando.
Este guatemalteco describió que hay barrios que son para latinos, pero éstos siempre son lugares pobres. Casi siempre están cercanos a barrios de otros inmigrantes, o de otros barrios pobres, ya que casi no los aceptan en esos lugares.
En muchos casos, sólo se logran conseguir lugares para vivir muy pobres. Casi ninguno de los indocumentados se atreve a buscar por otras partes, por temor.
En otros casos, hay otras personas que se aprovechan, ya que se prestan como intermediarios.
"En Nueva York, casi todos los dueños de edificios piden que se firmen contratos de arrendamiento, pero muchos de nosotros tiene temor de que con esta firma nos capture la migra", comentó Fernando.
De esa forma, hay intermediarios, que son latinos legales o ciudadanos estadounidenses, que se prestan para firmar estos contratos, pero requieren de dinero para poder hacerlo. Muchos tratan mal a los migrantes, ya que conocen sus condiciones y llegan a extorsionarlos. Otros, más comprensivos, piden que los migrantes se comporten, porque por malas relaciones entre vecinos de edificios, es común que los inquilinos se quejen y echen a quienes molestan.
"En nuestro caso, eso está de más porque el latino que viene a Estados Unidos, trabaja todo el día, y sólo llega a dormir a su casa y no molesta a nadie", concluyó Fernando.
*Nombres ficticios para
proteger a los entrevistados.

Mario Cordero
mcordero@lavozdelmigrante.com


LA OTRA CARA

En otros lados, muchos migrantes han sufrido el caso contrario. Ese es el caso que refiere John Agüero, un vendedor de casas en Phoenix, Arizona, originario de El Salvador y que vive en Estados Unidos en forma legal.
John Agüero refiere el caso de cientos de inmigrantes, incluido guatemaltecos, se acercan a él para vender sus casas, ya que las leyes antiinmigrantes de Arizona se han endurecido tanto, que temen que pronto sean deportados.
"Un guatemalteco vino a inicios de este año, y me preguntó que cuánto tiempo podría vender yo su casa, y le dije que tardaría al menos cuatro meses. Luego me preguntó sobre cuánto tendría él que pagar para el trámite, y yo le dije que serían casi dos mil dólares. El guatemalteco se fue; luego fue deportado y dejó su casa sin vender", comentó el vendedor.
Y es que muchos no les da tiempo de vender sus propiedades. Muchos latinos no se habían preocupado por resolver su estatus legal en Estados Unidos, y que se habían acomodado, incluso comprando casa, pensando en pasar ahí el resto de sus vidas. Sin embargo, con el endurecimiento de las políticas antimigratorias, estos latinos se ven en la necesidad de vender sus propiedades, antes de ser expulsados.
"Un 15 por ciento de los migrantes no logra vender sus casas antes de ser deportados, y pierden así un buen dinero que les serviría a sus familias", refirió de la misma forma John Agüero.


ASÍ LO DIJO:

"Cada vez es más difícil conseguir dónde vivir en esta ciudad (Dallas). Lo que hemos hecho es que a través de uno de los nuestros que tenga papeles, alquila un apartamento, y ahí nos metemos tres, cuatro y hasta cinco, pero pronto se quejan los inquilinos",
Juan
guatemalteco indocumentado,
Dallas, Texas

"En Nueva York, casi todos los dueños de edificios piden que se firmen contratos de arrendamiento, pero muchos de nosotros tiene temor de que con esta firma nos capture la Migra"
Fernando
guatemalteco indocumentado,
Nueva York.

"Un 15 por ciento de los migrantes no logran vender sus casas antes de ser deportados, y pierden así un buen dinero que les servirá a sus familias",
John Agüero,
vendedor de casas salvadoreño,
Phoenix, Arizona.

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