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El Obispo y el Presbiterio de la Diócesis de la Verapaz ante la
violencia creciente en nuestra región, manifestamos lo
siguiente.
1. Nos sentimos profundamente preocupados por la cantidad de muertes
violentas en la Verapaz, más de 33 en lo que va del año según los
medios de comunicación. Lo que ha fomentado un clima de inseguridad
y desconfianza en la población, alarmada por tantos asesinatos a plena
luz del día. Por declaraciones de las mismas autoridades y noticias
recogidas en los medios de comunicación conocemos que muchos de
estos casos violentos no se deben solamente a un aumento de la
delincuencia común sino a acciones del crimen organizado que tiene
como base de operaciones nuestra región.
2. Denunciamos el exceso de fuerza y violencia con que se realizó el
desalojo de campesinos en la finca Guaxac, jurisdicción del municipio de
Tucurú, el día 12 de Febrero recién pasado. Tal desalojo se realizó con
más de 500 efectivos de las fuerzas del ejército y policía con el resultado
de un campesino muerto y varios heridos de entre los campesinos y la
policía. Denunciamos igualmente que no se prestó ayuda a los
campesinos heridos cuando sabemos por testigos oculares que estaban
disponibles en el lugar varias ambulancias.
3. Nos preguntamos por qué estos hechos tan graves y dolorosos no
tuvieron ningún eco en los medios de comunicación regionales ni
nacionales. Y nos preocupa la falta de atención de los operadores de
justicia ante muchos de estos hechos que quedan casi siempre en la
impunidad y generan desconfianza en el sistema de justicia.
4. Reiteramos que la raíz de muchos de estos hechos de violencia está en
el problema de la desigual e injusta distribución de la tierra en el país.

Conscientes de que Dios nos sale al encuentro y nos está hablando
en todos los acontecimientos de la vida, queremos escuchar en
estos hechos su llamado a escuchar Su Palabra . Es por esto que
al comienzo de nuestra Cuaresma y como una expresión más de
nuestro deseo de convertirnos al Señor y a su proyecto de Vida
digna y plena para todos y todas MANIFESTAMOS:
A. Nuestra solidaridad con las víctimas. No podemos quedarnos
callados favoreciendo así una indiferencia o indolencia ante la
total falta de respeto a la vida y a los derechos de todo ser
humano, en especial los más indefensos.
B. Nuestra preocupación por el deterioro evidente y progresivo de la
convivencia y la paz social. Es un deber exigir a las autoridades
que cumplan con su deber de velar por el orden y la seguridad de
los ciudadanos. Igualmente pedimos a los medios de
comunicación que informen con fidelidad y verdad sobre los
hechos y colaboren así a la construcción de una sociedad más
justa y más humana.
C. Nuestro llamado urgente a todos los miembros de nuestra Iglesia
y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a no
reaccionar violentamente, a no dejarnos vencer por el mal, sino a
vencer el mal con el bien y a responder a estas situaciones
conflictivas con acciones positivas, coordinadas y no violentas.
Cobán Alta Verapaz, miércoles de ceniza, 25 de febrero de 2009

+Rodolfo Valenzuela Núñez
Obispo de la Diócesis de la Verapaz.

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