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Las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, representan
para las mujeres guatemaltecas muchas limitaciones a su desarrollo integral como
humanas. Estas relaciones son históricas y se dan a partir de la división sexual del
trabajo, donde se prepara y educa, desde la casa y se refuerza en la sociedad, que
las mujeres pertenecen al mundo privado (casa) y los hombres al mundo público
(fuera de casa).
Es importante resaltar que en los últimos años, a raíz de la Firma de la Paz,
se abren espacios de participación de las mujeres, estos espacios han tenido su
costo y han sido peleados y exigidos por las mismas mujeres. La experiencia mas
relevante es la del Foro Nacional de la Mujer, que nace como un espacio amplio,
plural y representativo, de consulta y diálogo permanente, con carácter propositivo y
de interlocución ante el Estado con relación a las políticas públicas a favor de las
mujeres. Por primera vez en la historia las mujeres Mayas, Xincas y Garífunas
(grupos excluidos) han tenido la oportunidad y capacidad de elaborar propuestas de
los cuatro grandes ejes de trabajo; Desarrollo Social, Económico, Cívico Político y
Jurídico, desde su visión, experiencias y necesidades.
Al igual que el FORO existen otras experiencias positivas, pero hasta el
momento las demandas, solo han quedado en teoría. La situación real es reflejada
en lo siguiente: En la Educación: En la mujer se concentran los mayores niveles de
analfabetismo en el Área Rural en un 56%; de ocho niñas mayas que ingresan a la
escuela solo UNA termina su primaria; los libros, materiales educativos y las clases
están influenciados por los estereotipos sexistas. La falta de acceso a la educación
formal coloca a las mujeres en una posición de desventaja e inferioridad.
La mujer y la economía: Las mujeres realizan actividades productivas y
reproductivas, para la realización de las actividades productivas las mujeres pasan
una serie de dificultades por no ser reconocidas sus capacidades, a las actividades
que se dedican podemos mencionar las agrícolas, artesanales y avícolas, teniendo
serias limitaciones en la comercialización. Las actividades reproductivas han
sido exclusivas de las mujeres y éste no es reconocido por lo que se les ve como
personas que no aportan nada a la economía. Un número reducido de mujeres
labora en instituciones tanto estatales como privadas en su mayoría en puestos
operativos, este trabajo no la desvincula de sus responsabilidades domésticas.
Se recarga a las mujeres con una triple o cuádruple jornada de trabajo, en
menosprecio de su salud.
En la parte de la salud, en general el sistema de salud es deficitario orientado
a la curación y no a lo preventivo. Existen comunidades que para llegar al puesto
de salud más cercano tienen que caminar mínimo cuatro horas. No existe un
programa de salud orientado a la mujer, la atención que reciben las mujeres es casi
exclusivamente en su papel reproductor durante el embarazo y parto, aun así la
tasa de mortalidad materna es alta, agravándose con el problema de hablar el
idioma materno y no poder ser entendidas por el personal que labora en dichas
instituciones.
La participación de la muje r en lo político social: Las mujeres no tienen
presencia evidente en la esfera pública, la presencia de las mujeres en los partidos
políticos es más para ocupar puestos operativos y en algunos casos las ubican en
las planillas en los últimos puestos y solo para vender la imagen de contar con
equidad de género. Actualmente somos más del 50% de la población, y mujeres
desempeñando cargos públicos, de 113 Curules del Congreso de la República 13
son ocupados por mujeres, un Ministerio, dos secretarías de la Presidencia, de 331
Alcaldías Municipales sólo dos son ocupados por mujeres y siete de 22 cargos de
Gobernación Departamental.
En la parte legislativa: Guatemala ha ratificado Convenios, Convenciones y
Tratados Internacionales a favor de las mujeres, que han apoyado a la creación de
instrumentos legales nacionales como: La Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia Intra familiar y la Ley de Dignificación y Promoción Integral de la Mujer.
A pesar de ello es evidente que las leyes guatemaltecas continúan siendo
discriminatorias hacia la mujer, tomando en cuenta que las leyes no son un fin en si
mismas, lo que urge es modificar pensamientos, visiones y actitudes.
La situación de desventaja de las mujeres es generalizada, pero mucho más
acentuada en la mujer indígena, porque sufre una triple discriminación.
Como Foro de la Mujer estamos concientes de la realidad de las mujeres, y
de la necesidad de continuar el trabajo intencionado, para modificar
substancialmente esta situación desventajosa y que no nos permite a las mujeres a
alcanzar la realización humana..
 

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